Sólo 490 casas vendidas a cambio de 'visado exprés'
                21-03-2015
                
               
                	                		 
                	                	
Los polémicos visados exprés que el Gobierno aprobó en la Ley de 
Emprendedores con el fin de captar capital extranjero tan sólo han 
atraído a 530 inversores internacionales en los 15 
meses que la normativa lleva en vigor, según los datos facilitados a 
este diario por la Secretaría de Estado de Comercio. Esos millonarios 
que han aterrizado en España a cambio de un permiso de residencia apenas
 invirtieron 446,8 millones de euros, de los que 369,7 millones fueron 
para la adquisición de vivienda.
Se trata de cifras muy inferiores a las que mueve Portugal con su 
programa de golden visa. El país vecino ha logrado captar más de 1.100 millones de euros por los 1.649 visados de oro que había concedido hasta noviembre de 2014.
Ante el limitado interés de los inversores que el Gobierno pretendía 
captar con el gancho de conceder la residencia permanente en un país de 
la UE, y dados los recelos con los que el Parlamento Europeo ve este 
tipo de programas, el Gobierno prepara un reglamento de ejecución para esta normativa que, entre otros asuntos, dé más garantías a los inversores.
Los llamados golden visa o visados de oro fueron aprobados, no 
exentos de controversia, en el verano de 2013 dentro de la Ley de 
Emprendedores. La idea del Ejecutivo con estos permisos era la de atraer
 inversión extranjera y reducir el enorme stock de vivienda que había en
 España, por lo que decidió conceder un permiso de residencia a aquellos
 inversores que compraran un inmueble de más de 500.000 euros (sin
 incluir impuestos) o decidieran invertir cuantías superiores en 
acciones de empresas españolas, depósitos bancarios nacionales, deuda 
pública o algún proyecto de interés general.
Un año y tres meses después de su entrada en vigor, el programa tan sólo ha permitido vender 490 inmuebles
 de los 830.000 que, según el Instituto Nacional de Estadística, se han 
vendido en España en ese periodo y los inversores apenas se han animado a
 cerrar 29 operaciones de compra de acciones y otras 12 para el interés 
general, de acuerdo con los datos de la Secretaría que depende del 
Ministerio de Economía.
La clave del mayor éxito que han tenido estos visados en Portugal 
radica en la letra pequeña de su legislación, más favorable para el 
inversor. «En España, se concede residencia por inversión y no 
nacionalidad por inversión, como en otros países. En Portugal, sí existe
 la opción de acceder a la ciudadanía desde la residencia permanente. 
Además, en España, la residencia permanente tiene una duración de dos 
años y no de cinco años, con lo que hay que renovar la documentación y 
justificar que se mantiene la residencia cada menos tiempo», explica 
Pamela Mafuz, asociada del área laboral de Baker & McKenzie.
Pero, también la anticipación está detrás del éxito de los visados 
lusos. «Portugal supo adelantarse y ser de los primeros en implantar 
esta política, y eso siempre tiene una influencia positiva», señala el 
director de Patrimonios Privados de JLL, Borja Ortega.
Mientras otros países, como Malta, han publicitado mucho en el 
exterior la existencia de sus programas para conceder visados a ricos, 
el Gobierno español apenas los ha promocionado, en parte, por miedo a la
 controversia.
La mayor parte de beneficiarios de los visados dados hasta la fecha 
son ciudadanos rusos y chinos. Pero, desde Baker & McKenzie afirman 
que el despacho también recibe muchas preguntas de inversores 
interesados en estos visados del Golfo Pérsico, Egipto o Jordania.
«También hay muchos inversores latinoamericanos interesados en la 
compraventa de inmuebles por el vínculo especial que tienen con España. 
Pero, para ellos el visado suele ser secundario porque suelen tener 
otras vías para obtener la residencia», afirma Margarita Fernández, 
también asociada de Baker & McKenzie. 
Al igual que los grandes fondos, la mayoría de los inversores de la 
golden visa optan por comprar vivienda en grandes ciudades. «Lo más 
demandado están siendo las viviendas. En concreto, inmuebles 
unifamiliares y, en cuanto a ubicación, hay un claro protagonismo de la 
región de Madrid», asegura Ortega.